Aunque nací en una ciudad, Gijón, pasé todos los fines de semana y las vacaciones de mi infancia en Viyao, un pequeño pueblo de Asturias, rodeado de naturaleza y con unas excepcionales vistas de los Picos de Europa.

En 1980, aprovechando una excursión del colegio, me inicié en la montaña y rápidamente me di cuenta que quería algo más. Mis padres me apuntaron a un curso de escalada de una semana de duración, y ahí empezó todo.

Con los años seguí saliendo al monte y escalando, adquiriendo experiencia y conocimientos, formándome, siempre arrastrando a la familia a la montaña a la que, de una u otra forma, casi todos seguimos vinculados.

Junto a todos ellos viví experiencias inolvidables, en especial con mi padre, que fue mi compañero de cordada y ascensiones durante muchos años, y aunque ahora ya no esté, lo que aprendimos juntos y todas nuestras vivencias y escaladas forman parte de cada una de mis salidas a la montaña.

En 1993 entré en la Escuela Asturiana de Montaña como profesor de escalada y alpinismo, y posteriormente obtuve el título de Técnico Deportivo de Alta Montaña.

Practico diversas disciplinas en el ámbito de la montaña: senderismo, ascensiones, esquí, escalada, barranquismo... También ejerzo de guía de fotografía, de la que soy un gran apasionado.

A lo largo de mi vida he acudido a la llamada de grandes cordilleras: los Pirineos, los Alpes, el Atlas… Pero la más irresistible de todas es, para mí, la de los Picos de Europa, a la que acudo una y otra vez desde hace ya 40 años y a la que espero seguir acudiendo mientras pueda.