Esta es mi pequeña historia de cómo subí por primera vez al Torrecerredo (2650m). Dos intentos previos y un día de gloria en los que disfruté de unas sensaciones de descubrimiento, aventura y plenitud que marcaron mi camino a seguir desde entonces.
Un vivac en la montaña siempre es un acontecimiento especial. En el mundo de la montaña entendemos el vivac como una forma de pasar la noche al raso o bajo un abrigo natural improvisado, sin tienda de campaña.